Gigante de inspiración
apóstol de pensamiento,
te admiro por tu talento
te amo por tu corazón.
Del mundo la admiración
tú eres un sol fulgurante,
águila audaz y pujante
que has alcanzado en tu vuelo
a esas tres aves del cielo,
Homero, el Tasso y el Dante.
No pretendo con mi vista
medir tus formas de atleta,
tu inspiración de profeta,
tu pluma de evangelista.
Escucho sublime artista,
tu acento batallador,
y me aproximo al Thabor,
do tu alma olímpica brilla,
para doblar la rodilla
no para ser tu cantor.
¡Oh! Si en mi anhelo profundo
tuviera para alcanzarte
el vuelo, Colón del arte,
del Cóndor del nuevo mundo;
si el sentimiento en que abundo
vistiera las inefables
alas del Genio, indomables
para elevarme a esa altura
en que tu Genio fulgura,
Do truenan tus “Miserables”.
Lleno de entusiasmo santo,
entonces te cantaría,
tu nombre resonaría
como en mi pecho en tu canto;
mi obscuro nombre, entretanto
que el himno de la victoria
por ti entonara en la historia
se escribiría triunfante,
que ya era gloria bastante
ser el cantor de tu gloria.
Mas ya que en triste impotencia
mi voz sofoca el marasmo,
que en mi febril entusiasmo
me falta la inteligencia,
a la incontrastable influencia
de tu glorioso renombre
quiero ofrecer a tu nombre
en mi ambición mal sujeta,
si no los cantos del poeta,
los sentimientos del hombre.
Deja, pues ilustre anciano,
que el último hijo del Ande
con sus aplausos te mande
un acento americano;
que tu genio sobrehumano
contemple en mi obscuridad
que amante de la verdad
te rinda culto en mi pecho,
revelador del derecho
tribuna de la igualdad.
Deja que al noble ardimiento
que tus creaciones me inspiran,
te admira como se admiran,
los astros del firmamento;
que beba mi alma el aliento
para rasgar su capuz
en ti segundo Jesús
que el criminal desenlodas
llamando a las almas todas
a la verdad y a la luz.
¡Ah! Yo te veo en un trono
domando con tus miradas
las retumbantes oleadas
del siglo décimo-nono.
Teniendo a Dios en abono
cantas tus nobles ideas,
bravo titán que peleas
por la redención del mundo,
genio de amor sin segundo,
bendito, bendito seas.
(3 de julio de 1856 - 1901) fue un poeta guatemalteco nacido en la hacienda «El Paxte», en las faldas del volcán Ipala, en el departamento de Chiquimula. Sobrino del mariscal Vicente Cerna y Cerna, fue perseguido, exilado y apresado tras laReforma Liberal de 1871 cuando ayudó a su tío a huir del país; siendo un poeta consumado, escribió poemas contra el general Justo Rufino Barrios. El presidente Manuel Estrada Cabrera ordenó a la Tipografía Nacional de Guatemala imprimir sus obras a finales del siglo xix.
apóstol de pensamiento,
te admiro por tu talento
te amo por tu corazón.
Del mundo la admiración
tú eres un sol fulgurante,
águila audaz y pujante
que has alcanzado en tu vuelo
a esas tres aves del cielo,
Homero, el Tasso y el Dante.
No pretendo con mi vista
medir tus formas de atleta,
tu inspiración de profeta,
tu pluma de evangelista.
Escucho sublime artista,
tu acento batallador,
y me aproximo al Thabor,
do tu alma olímpica brilla,
para doblar la rodilla
no para ser tu cantor.
¡Oh! Si en mi anhelo profundo
tuviera para alcanzarte
el vuelo, Colón del arte,
del Cóndor del nuevo mundo;
si el sentimiento en que abundo
vistiera las inefables
alas del Genio, indomables
para elevarme a esa altura
en que tu Genio fulgura,
Do truenan tus “Miserables”.
Lleno de entusiasmo santo,
entonces te cantaría,
tu nombre resonaría
como en mi pecho en tu canto;
mi obscuro nombre, entretanto
que el himno de la victoria
por ti entonara en la historia
se escribiría triunfante,
que ya era gloria bastante
ser el cantor de tu gloria.
Mas ya que en triste impotencia
mi voz sofoca el marasmo,
que en mi febril entusiasmo
me falta la inteligencia,
a la incontrastable influencia
de tu glorioso renombre
quiero ofrecer a tu nombre
en mi ambición mal sujeta,
si no los cantos del poeta,
los sentimientos del hombre.
Deja, pues ilustre anciano,
que el último hijo del Ande
con sus aplausos te mande
un acento americano;
que tu genio sobrehumano
contemple en mi obscuridad
que amante de la verdad
te rinda culto en mi pecho,
revelador del derecho
tribuna de la igualdad.
Deja que al noble ardimiento
que tus creaciones me inspiran,
te admira como se admiran,
los astros del firmamento;
que beba mi alma el aliento
para rasgar su capuz
en ti segundo Jesús
que el criminal desenlodas
llamando a las almas todas
a la verdad y a la luz.
¡Ah! Yo te veo en un trono
domando con tus miradas
las retumbantes oleadas
del siglo décimo-nono.
Teniendo a Dios en abono
cantas tus nobles ideas,
bravo titán que peleas
por la redención del mundo,
genio de amor sin segundo,
bendito, bendito seas.
(3 de julio de 1856 - 1901) fue un poeta guatemalteco nacido en la hacienda «El Paxte», en las faldas del volcán Ipala, en el departamento de Chiquimula. Sobrino del mariscal Vicente Cerna y Cerna, fue perseguido, exilado y apresado tras laReforma Liberal de 1871 cuando ayudó a su tío a huir del país; siendo un poeta consumado, escribió poemas contra el general Justo Rufino Barrios. El presidente Manuel Estrada Cabrera ordenó a la Tipografía Nacional de Guatemala imprimir sus obras a finales del siglo xix.
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