Que duro es para mí,
hijo, exigirte virtudes donde se carece de todo, pero tu padre es un hombre
común y corriente, hecho como todos los hombres, de debilidad, pero lleno de
ansiedad de hacer de ti un hombre de provecho.
Detrás de las casuchas en que habitamos veo para ti un amplio horizonte donde la vida es noble, donde el hombre aprende a convivir con sus semejantes, donde hay ríos cristalinos, aguas y praderas llenas de verdor.
Estudia y aprende; a nosotros se nos exige más pero, entre más obstáculos haya en el camino más legítima es la victoria.
Detrás de las casuchas en que habitamos veo para ti un amplio horizonte donde la vida es noble, donde el hombre aprende a convivir con sus semejantes, donde hay ríos cristalinos, aguas y praderas llenas de verdor.
Estudia y aprende; a nosotros se nos exige más pero, entre más obstáculos haya en el camino más legítima es la victoria.
Sé noble y sé justo con
la nobleza franca y ama al hombre que sabe amar al prójimo.
Aprende a ser libre. De nada sirve posición económica y la sabiduría si se pierde la libertad, defiéndela con tu vida si es preciso, nuestra victoria está llena de hechos heroicos, de hombres que ofrecieron su vida antes que aceptar ser esclavos.
Y nunca claudiques; vale más ser libre un minuto que toda una vida de esclavos.
Aprende a ser libre. De nada sirve posición económica y la sabiduría si se pierde la libertad, defiéndela con tu vida si es preciso, nuestra victoria está llena de hechos heroicos, de hombres que ofrecieron su vida antes que aceptar ser esclavos.
Y nunca claudiques; vale más ser libre un minuto que toda una vida de esclavos.
Ten presente mis palabras y mañana, cuando tú
seas hombre y yo quizás haya muerto, no olvides lo que tu padre te dijo un día,
cuando eras niño.
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