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¡Oh, patria idolatrada!
Con estrofas sencillas
hoy te canta mi musa entusiasmada,
y al cielo, de rodilla,
le pide con sus preces,
¡Porque seas feliz una y mil veces!
¡Patria de mis mayores;
de luz y poesía;
que hoy celebras con músicas y flores,
el venturoso día!
¡Día en que diste el grito
de Libertad, en tu ámbito bendito!
¡Que tus hijos amantes
himnos de paz te eleven;
y que siempre, amorosos y constantes,
a tus altares lleven
de flores las guirnaldas
que colocan sumisos a tus faldas!
¡Deseo que adorada
seas eternamente…
y por propios y extraños admirada
en tu trono, esplendente,
en donde con mesura
luces los dones que te dio Natura!
¡Que tus triunfos celebre
Apolo, portentoso,
y en regios vasos de genial orfebre,
lleve su olio amoroso
para ungir tus cabellos,
y que arrobado se deleite en ellos!
¡Oh patria! ¡En este día
que ondula tu bandera,
rebosante me siento de alegría,
y con ansia quisiera
besar, lleno de encanto,
los vaporosos pliegues de tu manto!
¡Tu nombre, patria mía,
al pronunciarlo es tierno,
porque encierra la suave melodía
del dulce y sempiterno
canto de los triunfales,
olímpicos poetas inmortales!
¡Lleno de excelsa gloria,
deseo que tu nombre
en los fastos refulja de la historia!
¡Y que el mundo se asombre!
¡Oh, patria, ensoñadora,
hecha toda de sol como la aurora!
Con estrofas sencillas
hoy te canta mi musa entusiasmada,
y al cielo, de rodilla,
le pide con sus preces,
¡Porque seas feliz una y mil veces!
¡Patria de mis mayores;
de luz y poesía;
que hoy celebras con músicas y flores,
el venturoso día!
¡Día en que diste el grito
de Libertad, en tu ámbito bendito!
¡Que tus hijos amantes
himnos de paz te eleven;
y que siempre, amorosos y constantes,
a tus altares lleven
de flores las guirnaldas
que colocan sumisos a tus faldas!
¡Deseo que adorada
seas eternamente…
y por propios y extraños admirada
en tu trono, esplendente,
en donde con mesura
luces los dones que te dio Natura!
¡Que tus triunfos celebre
Apolo, portentoso,
y en regios vasos de genial orfebre,
lleve su olio amoroso
para ungir tus cabellos,
y que arrobado se deleite en ellos!
¡Oh patria! ¡En este día
que ondula tu bandera,
rebosante me siento de alegría,
y con ansia quisiera
besar, lleno de encanto,
los vaporosos pliegues de tu manto!
¡Tu nombre, patria mía,
al pronunciarlo es tierno,
porque encierra la suave melodía
del dulce y sempiterno
canto de los triunfales,
olímpicos poetas inmortales!
¡Lleno de excelsa gloria,
deseo que tu nombre
en los fastos refulja de la historia!
¡Y que el mundo se asombre!
¡Oh, patria, ensoñadora,
hecha toda de sol como la aurora!