Conté mis años y descubrí
que tengo menos tiempo
para vivir de aquí en adelante,
que el que viví hasta ahora….
Me siento como aquel
niño que ganó un paquete
de dulces: los primeros los comió con
agrado,
pero cuando percibió que quedaban
pocos,
comenzó a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones
interminables
donde se discuten estatutos, normas,
y procedimientos
y reglamentos internos sabiendo
que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar a
personas
absurdas que a pesar de su edad
cronológica no han crecido.
Mi tiempo es escaso como para
discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene
prisa…
Sin muchos dulces en el paquete….
Quiero vivir al lado de gente humana,
muy humana.
Que sepa reír de sus errores.
Que no envanezca con sus triunfos.
Que no se considere electa antes de
hora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado
de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la
vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente que sepa
tocar el corazón de las personas.
Gente a quien los golpes duros de la
vida, les enseñó a crecer con toques
suaves en el alma.
Sí…tengo prisa…por vivir con la
intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna
de los dulces que me quedan….
Estoy seguro que serán más exquisitos
que los que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho
y en paz con mis seres queridos y con mi
conciencia.
Tenemos dos vidas y la segunda
comienza cuando te das cuenta que sólo
tienes una.
Mário Raul de Morais Andrade (São Paulo, 9 de octubre de 1893 - Ib., 25 de febrero de 1945) fue un poeta, novelista, ensayista, y musicólogo brasileño.