Rhododendron

Rhododendron
Tsutsuji

31 marzo, 2018

606. Mi alma tiene prisa. Mário de Andrade, brasileño.


Conté mis años y descubrí
que tengo menos tiempo
para vivir de aquí en adelante,
que el que viví hasta ahora….

Me siento como aquel
niño que ganó un paquete
de dulces: los primeros los comió con agrado,
pero cuando percibió que quedaban pocos,
comenzó a saborearlos profundamente.

Ya no tengo tiempo para reuniones interminables
donde se discuten estatutos, normas, y procedimientos
 y reglamentos internos sabiendo que no se va a lograr nada.

Ya no tengo tiempo para soportar a personas
absurdas que a pesar  de su edad cronológica no han crecido.

Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
Sin muchos dulces en el paquete….

Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír de sus errores.
Que no envanezca con sus triunfos.
Que no se considere electa antes de hora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.

Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas.

Gente a quien los golpes duros de la vida, les enseñó a crecer con toques 
suaves en el alma.

Sí…tengo prisa…por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.

Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan….

Estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi 
conciencia.

Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo 
tienes una.




Mário Raul de Morais Andrade (São Paulo9 de octubre de 1893 - Ib.25 de febrero de 1945) fue un poetanovelistaensayista, y musicólogo brasileño.

21 marzo, 2018

605. Rima IV. Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida, español.


No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira:
Podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡Habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;
mientras la humanidad siempre avanzando,
no sepa a dó camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡Habrá poesía!

Mientras sintamos que se alegra el alma
sin que los labios rían;
mientras se llora sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!




 

Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida, más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla17 de febrero de 1836-Madrid22 de diciembre de 1870),1 fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo

 Hijo del pintor José Domínguez Insausti, que firmaba sus cuadros con el apellido de sus antepasados como José Domínguez Bécquer. Su madre fue Joaquina Bastida Vargas. Por el lado paterno descendía de una noble familia de comerciantes de origen flamenco, los Becker o Bécquer.

15 marzo, 2018

604. Bachiller en llanto. Mario Morales Monroy, guatemalteco.

Translator

Hoy que me he recibido
de Bachiller en Ciencias de dolor y llanto,
quiero inhalar orquídeas mañana en el título
que han de entregarme en acto
especial, preparado en el tránsito
umbilical y extenso del martirio…

…Lágrimas, escenario
de ventilantes sueños doloridos
y miles vocaciones húmedas al pasado,
todo está como en mapa, esclarecido,
dentro de mi penar recopilado…

Mi Instituto, un suspiro
de olvidadizos nardos
y dolorosos puntos suspensivos,
donde hubo un pizarrón de sonámbulo llanto
y un pupitre de nostalgias en grito
y de alegrías apagado,
sigue siendo un breviario de chillos
y un parque abandonado….
Me he titulado, amigos,
de bachiller en melodioso llanto
y para darle a conocer, dedico
a las siguientes lágrimas mi acto…
A las del corazón en crudo exilio
que muere pan acongojado
y su pálpito es un río
en cruz, apuñalado…

A las del intranquilo
sueño del presidiario
que en cada estrella halla luces del suplicio
y su vida es un diario
donde publican sólo dolorosos artículos
con titulares dulcemente amargos…

A las del infortunio del mendigo
que al extender la mano,
habla pentecosteses de martirio
y padrenuestros por su ensueño cresados…

A las del ciego intemporal que bien pudo
de vista ser dotado
para no ser ocultos
del amanecer los rayos
y para no creer que es luto
el que miran sus ojos apagados…

A las del campesino que en el surco
siembra no sólo granos,
sino que amasa sudores diminutos
en líricos milagros,
y en la voz de sus ensueños taciturnos
hay niños entusiasmos…

A los de la mujer que con un futuro
de tibios embarazos
y con un hijo rubio
abriendo el plenilunio
la cardinal sonrisa de sus brazos…

A todo aquel que ha masticado el luto
y que lleva en las manos
un invernal sabor a infortunio
y un palomar de intensos desamparos…

A todos ellos, pues dedico
este sencillo acto,
 en que me dan el título
de Bachiller en llanto.





Chiquimula, 30/9/1934 – 4/6/1964 (29 años)