Rhododendron

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Tsutsuji

01 marzo, 2017

334. La oración del huérfano (Ante la Virgen María). Raúl Mejía Gonzáles, guatemalteco.

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Aquí a tus plantas postrado,

por vez primera, Señora,

el pobre huérfano llora

desde que fue desgraciado.

Sabe por fin que han pasado,

todos mis años mejores,

sin dejar más que dolores

en el corazón cobarde,

que en las horas de la tarde

va deshojando sus flores.



Es mi ser indefinible

conjunto que me es nocivo;

llevo un pensamiento altivo,

y un corazón muy sensible.

Mi corazón improstituible

me ordena nunca humillarme;

mas pretende contrariarme

el corazón miserable,

que al ser tan impresionable

se propone asesinarme.



Y si bien que cuando llora

sé dominar sus ruindades,

por Dios, que sus mezquindades

me  están matando, Señora.



Del mundo en la triste hora

de recibir los agravios,

llevo la risa en los labios…

Mas ¡Ay! fementida calma,

está sollozando el alma

cuando sonríen los labios.



Piadosa Virgen María,

no me negarás, divina,

que en mi expresión se adivina

mi eterna melancolía…

Nació la desgracia mía

desde que yo vine al mundo,

pues al destino iracundo

plugo privarme de padre,

y la viudez de mi madre

fue mi revés más profundo.



Mi vida no es vida, ¡Es muerte!

En brazos de mi congoja

me arrastra cual débil hoja

la ingratitud de mi suerte.

Si ha sido acaso ofenderte

el renegar de la vida,

¡Perdona! Pero es que anida

en mi impureza de humano

algo divino de arcano

que me invita a la partida.



Yo no pretendo negarte

que en mi existencia he faltado

pero antifaz no he llevado

del carnaval en el arte.

Y me alienta el confesarte

que las miserias del mundo,

si alcanzan mi barro inmundo,

no pueden mancharme el alma.

¡Que es la que ofrenda la palma

con el fervor más profundo!



Tal vez por eso mi madre

al deleitarme en la altura,

que advierta un sol que fulgura

sobres la frente del Ande,

tal vez por eso hoy mi cielo

tras la penumbra de mi hora…

¡Tal vez por eso, Señora,

me duele el alma!... ¡Un consuelo!



 

Nació el 24 de marzo de 1891 en la ciudad de Chiquimula. Muere a la prematura edad de 28 años a causa de una enfermedad el 10 de septiembre de 1919.



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