¿Olvidaste
el reír?
¿Piensas
sólo en llorar?
Será que no
conoces
la alegría
de dar.
Podemos con
tan poco
disipar el
sufrir
y empezar
nuevamente
a aprender a
reír.
¡Ah! si tú
conocieras
la alegría
de dar…
Mira, es la
forma
más hermosa
de amar.
¡Tanto se
puede dar!
¡Tanto se puede
hacer!
A ese niño
que pasa,
tú lo puedes
querer.
A la mujer
que sufre,
le alegra tu
reír.
Al hombre
que trabaja
lo anima tu
cantar
y tú puedes
cantar
y tú puedes
reír
y tú puedes
querer.
¿Ves que
fácil tarea?
Sí, la
puedes hacer.
Esfuérzate
en reír
y olvida tu
llorar.
Regálate a
ti mismo
la alegría
de dar, la alegría de amar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario