Rhododendron

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Tsutsuji

08 octubre, 2016

105. Definición de higiene mental. Az C.

Para que el funcionamiento del hombre en la sociedad sea equilibrado, tiene que regirse por un conjunto de normas y procedimientos que determinan la higiene mental.
     
Según la Licda. Marina R. de Vadez, higiene mental es la capacidad de adquirir y mantener un estado adecuado de salud mental, por medio de ciertas medidas que ayudan a la eficiencia y armonía de las funciones del hombre; y que toma parte, además, en todas las áreas de las relaciones humanas.

 La función de la higiene mental es crear ciertas condiciones para que la salud mental no se vea perturbada, y además ayuda a la persona a integrarse eficientemente a su medio. La aplicación de la higiene mental aparece con la necesidad de contrarrestar el incremento de casos de enfermos mentales que se estaban dando.
Philipe Pinel, en 1793 (París), dio un nuevo tratamiento a los enfermos mentales, ya que a éstos se les trataba muy mal antes de que Pinel abriera un paso a la evolución de tratamientos terapéuticos con su práctica de la “bondad” a los pacientes.

El estudio de la higiene mental se da principalmente en los niños y adolescentes, ya que la influencia que reciban en estas etapas, determinará grandemente su vida adulta.

En la relación padres-hijos, tiene que haber un gran equilibrio y ajuste emocional, tanto del adolescente, como del niño y el adulto. Y para que esta relación sea positiva tienen que existir: la capacidad de comunicarse; flexibilidad de criterio; interés verdadero y recíproco en los problemas que existan; amor y comprensión.

El adolescente necesita que se le imponga autoridad, disciplina, y el conocimiento de las reglas que deben cumplirse; lo que le da un sentimiento de seguridad y ayuda a su autodisciplina, además que se sentirá dueño de sus actos. Los valores y principios que existen en la familia, influirán positivamente en la adaptación social del adolescente.

La higiene mental debe darse desde el momento del nacimiento y practicarse muy cuidadosamente a lo largo de la vida en que necesita dirección toda persona, para poder convertirse en un individuo estable, que por haber recibido una motivación positiva y afectiva, también va a ser capaz de darla.

Es, entonces, la que nos va a hacer sentir que vivimos felices o infelices según nuestro juicio interior; ya que no es la realidad exterior la que cuenta, ni cómo vivimos, sino cómo sentimos que vivimos para vivir bien o mal.


Año 1,993. Tema de examen final para la graduación.
 
 
 

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