Enséñale a caminar y no reproches cuando tropiece para aprender o cuando elija caminos que no coincidan con los tuyos.
Enséñale a hablar y luego no lo reprendas cuando deje de repetir tus palabras para pronunciar las suyas.
Enséñale a pensar y no lo condenes cuando lo que piense no coincida con lo que piensas tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario