-I-
Si no logro
cantarte como quiero,
si en vano
lucho con afán constante,
por la
sublime concepción del Dante,
por la
grandiosa inspiración de Homero.
Si el torpe
labio y el laúd coplero
nunca
interpretan mi pasión gigante,
para
elevarte como Laura amante
sobre el
nivel del Universo entero.
Si en triste
quejas y en estéril llanto
el himno
ardiente de mi amor expira,
como del
cisne moribundo el canto;
si cuando
sueño para ti es mentira,
que el mundo
ignore mi cariño santo
y en mil
pedazos romperé mi lira.
-II-
Ojo al
aviso. Una sin par criatura
sin jaras
sin fin, rico tesoro,
rival del
gran Cervantes en el oro,
competidor
de Picio en la hermosura.
Un estómago
limpio, un alma pura,
sin mancha
de talento, un ser canoro,
que deja oír
el sempiterno coro
de su
esperanza en su eternal ventura.
Cansado de
mirar cómo en la ingrata
y negra
soledad se desperdicia,
hoy se
quiere casar, hoy se remata…
Si acaso
pues “Oh mujeril codicia”
tal conjunto
de gracias te arrebata
acude a
disputarlo a la justicia.
-III-
Qué
escándalo tan grande hermosa Juana,
qué
escándalo tan grande hubo aquel día,
en que por
ti dejé la teología,
el clerical
bonete y la sotana.
Mi madre se
enfermó lloró mi hermana,
me hizo
cruces de horror la beatería,
mientras tu
hermano, el cura, “Oh Juana mía”,
me arrojaba
el misal por la ventana.
Hubo misas y
preces y rosarios,
por ti y por
mí; con implacable celo
nos llenaron
de ¡Horror! De escapularios.
Empeño
estéril, pues con loco anhelo,
seguimos
disfrutando temerarios
de nuestro
impío amor, de nuestro cielo.
(3 de julio de 1856 - 1901) fue un poeta guatemalteco nacido en la hacienda «El Paxte», en las faldas del volcán Ipala, en el departamento de Chiquimula. Sobrino del mariscal Vicente Cerna y Cerna, fue perseguido, exilado y apresado tras laReforma Liberal de 1871 cuando ayudó a su tío a huir del país; siendo un poeta consumado, escribió poemas contra el general Justo Rufino Barrios. El presidente Manuel Estrada Cabrera ordenó a la Tipografía Nacional de Guatemala imprimir sus obras a finales del siglo xix.
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