¡Solo
queda lo que damos!
Sólo nos acariciará el amor que prodigamos.
Sólo nos alegrará la sonrisa que regalamos.
Sólo nos desalterará el agua que juntos bebimos.
Sólo nos alimentará el pan que compartimos.
Sólo nos cubrirá el vestido con que al prójimo arropamos.
Sólo nos descansará el cansancio del peregrino que hospedamos.
Sólo nos consolará la palabra con que reconfortamos.
Sólo nos guiará la verdad que proclamamos.
Sólo nos sanará el consuelo del enfermo que visitamos.
Sólo nos librará la vida nueva del preso liberado.
Sólo nos dará paz la ofensa que perdonamos.
Sólo hará renacer la esperanza la mirada que al cielo
dirigimos y las manos con que abrazamos.
Sólo nos conducirá a la vida, la confianza que en el Padre
depositamos.
Así la humilde solidaridad de cada día, como flor que en
silencio entrega su perfume, construye fraternidad y
enriquece nuestras vidas, porque...
SÓLO NOS QUEDA LO QUE DAMOS.
Sólo nos acariciará el amor que prodigamos.
Sólo nos alegrará la sonrisa que regalamos.
Sólo nos desalterará el agua que juntos bebimos.
Sólo nos alimentará el pan que compartimos.
Sólo nos cubrirá el vestido con que al prójimo arropamos.
Sólo nos descansará el cansancio del peregrino que hospedamos.
Sólo nos consolará la palabra con que reconfortamos.
Sólo nos guiará la verdad que proclamamos.
Sólo nos sanará el consuelo del enfermo que visitamos.
Sólo nos librará la vida nueva del preso liberado.
Sólo nos dará paz la ofensa que perdonamos.
Sólo hará renacer la esperanza la mirada que al cielo
dirigimos y las manos con que abrazamos.
Sólo nos conducirá a la vida, la confianza que en el Padre
depositamos.
Así la humilde solidaridad de cada día, como flor que en
silencio entrega su perfume, construye fraternidad y
enriquece nuestras vidas, porque...
SÓLO NOS QUEDA LO QUE DAMOS.
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