Estabas ahí
y quise no verte;
moría por verte
e intenté atacar.
Tenía claro el mensaje,
te diría palabras...
"Ahí, voy", pensé.
Y te ví a los ojos.
Y por esquivarte,
huyendo encontré
tu boca. ¡No, no debo!
¡Qué estoy mirando!
Y corrí otra vez,
miré hacia otro lado.
¡Qué batalla tan cruda!
Fingir que no amo.
No podía creerlo
las palabras salían...
la mente enloquecía
porque mi alma gritaba
lo que no podía decir...
¿Recuerdas ese día?
Yo creo que sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario