Rhododendron

Rhododendron
Tsutsuji

06 enero, 2017

270. Dichoso aquel. Quinto Horacio Flaco, romano.

Dichoso aquel que alejado de los negocios,
como la antigua raza de los mortales,
cultiva su heredad con los bueyes,
alejado de toda usura.

No, soldado, es despertado por el terrible clarín
ni teme al mar bravío;
huye del foro y dolos soberbios umbrales
de los poderosos ciudadanos.

Ora con la crecida vid
une los altos álamos,
ora contempla desde lejos su rebaño de vacas
esparcidas por el retirado valle,
y podando con la hachuela las inútiles ramas
injerta otras mejores;
o guarda en limpias ánforas la exprimida miel,
o trasquila las tiernas ovejas.

Y cuando su cabeza coronada de sazonados frutos
el otoño muestra a los campos,
¡Cómo goza cogiendo la pera que ha injertado
y la uva que compite con la púrpura,
para ofrecértelas a ti, Príamo, y a ti, padre
Silvano, protector de las cercas!

Le gusta descansar a veces bajo una vieja encina,
o en un prado florido,
mientras las aguas resbalan por los cauces profundos;
las aves se lamentan en las selvas
y las fuentes, levantando un murmullo con sus aguas,
invitan a tranquilo sueño.

Pero cuando en la estación invernal Júpiter Tonante,
nos depara lluvias y nieves,
entonces, o acosa por todas partes con su jauría
al fiero jabalí, hacia las recias trampas,
o suspende en ligero alambre las transparentes redes
engaño del glotón tordo,
o con su lazo a la asustada liebre y a la grulla extranjera
coge, agradable botín.

¿Quién, con esto, no olvida los males
que el amor encierra?
Porque si una mujer honesta cuidara
de la casa y de los dulces hijos
como la sabina o la mujer de Apulia
quemada por el sol
pondría la leña seca al sacro fuego,
antes que viniera su marido cansado,
y encerrado en setos el alegre rebaño,
ordeñaría sus dilatadas ubres;
y sacando del dulce tonel vino del año,
manjares no comprados prepararía.

No me deleitarían más las ostras de Lucrina,
ni el rombo ni el mero,
si una tempestad de invierno arrojase alguno
a este mar desde Levante,
ni el ave africana ni el francolín de Jonia
me sabrían mejor al llegar a mi estómago,
que las aceitunas cogidas en las fértiles
ramas de los árboles
o la hierba de acedera, enamorada del prado,
o la malva saludable el enfermo,
o la oveja sacrificada en las fiestas Terminales,
o el cabrito arrancado al lobo.

Y mientras me gusta ver regresar
al redil las apacentadas ovejas
y los cansados bueyes, arrastrando con
su lánguido cuello el arado levantado,
y los esclavos, enjambre de casa acomodada,
colocados en torno al hogar refulgente.

Así que hubo hablado el usurero Alfio,
resuelto a ser labrador,
recogió todo su dinero el día de los Idus

y volvió a ponerlo a rédito el día de las Calendas. 

 
Quinto Horacio Flaco, fue el principal poeta lírico y satírico en lengua latina. Fue un poeta reflexivo, que expresa aquello que desea con una perfección casi absoluta. Wikipedia
Fecha de nacimiento8 de diciembre de 65 a. C., Venosa, Italia

Fecha de la muerte27 de noviembre de 8 a. C.

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