El hombre ha nacido para ser feliz.
Felicidad, proceso misterioso, íntimo,
profundo, que nace de las propias experiencias,
en aquellos momentos en que hemos perdonado
por bondad y comprensión;
cuando hemos permanecido fieles a una
amistad, a un amor,
aunque no fuesen correspondidos;
cuando experimentamos la
soledad interior, y descubrimos allí a Aquel que
no nos deja solos;
cuando hemos guardado silencio ante el secreto;
cuando hemos asimilado las propias experiencias
de la tristeza de la imperfección.
profundo, que nace de las propias experiencias,
en aquellos momentos en que hemos perdonado
por bondad y comprensión;
cuando hemos permanecido fieles a una
amistad, a un amor,
aunque no fuesen correspondidos;
cuando experimentamos la
soledad interior, y descubrimos allí a Aquel que
no nos deja solos;
cuando hemos guardado silencio ante el secreto;
cuando hemos asimilado las propias experiencias
de la tristeza de la imperfección.
En medio de estas experiencias
Dios se nos ofrece como promesa.
Dios se nos ofrece como promesa.
Dios nos premia con la paz.
Dios nos da la felicidad.
Dios nos da la felicidad.
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