197. El credo de la alegría.

Creo que la alegría es la virtud más preciosa del joven y que la necesita para el alma, como el sol para la salud de su cuerpo.

Creo que la alegría destierra el aburrimiento, porque un corazón sin alegría sería un ciclo de estrellas.

Creo que en la alegría se cumplen mejor los deberes y serán más ligeras las cargas, será mi mejor introductora en la sociedad, pues, seré más buscado, más creído y más preciado.

Creo que la alegría es fruto del amor, porque siempre está dispuesta a sufrirlo todo, olvidarlo y perdonarlo todo.

Creo que la alegría salida del corazón no hiere la susceptibilidad de nadie, no piensa mal de nadie, ni habla mal de nadie.

Creo que la alegría es la mejor esperanza para abrir los horizontes a los agobiados, a los deprimidos y descorazonados.

Creo que la alegría es el principio de todas las obras generosas y nobles y alcanza hacer maravillas.

Creo que loa alegría impulsa a nuevas iniciativas, despierta la creatividad y entusiasma a las personas acomplejadas.

Creo que la alegría es una necesidad para el joven, porque es inseparable del optimismo, es compañera de la mansedumbre y frescura del alma.



Creo que la alegría es necesaria para dar sentido a la vida.