Un padre que ya estaba desesperado porque sus dos pequeños hijos siempre se estaban peleando y nunca se ayudaban, decidió llamarles para hacerles el siguiente comentario:
Hijos, vengan, ¿Ven esto? Son cuatro lápices cada uno representa a papá, mamá a ti hija y a ti hijo. Por favor cada quien rompa su lápiz.
Y efectivamente cada quien iba rompiendo su lápiz; primero el niño, después la niña, la mamá y el papá.
Al terminar les volvió a decir:
Ahora tomen otros lápices, y tú hija dale tu lápiz a tu
hermano. Junten los dos y trata
de romperlos hijo.
Y el niño con mayor dificultad pudo romperlos.
Y volvió a expresar el papá:
Ahora, hijo, toma tres lápices.
Y el niño todavía con mayor dificultad pudo romperlos.
-Ahora, hijo, toma cuatro lápices,- señaló.
Y el niño por más esfuerzos que hacía, no pudo romperlos.
Y concluyó diciendo el papá:
¿Se fijan hijos? Nosotros somos como los lápices. Solos, somos vulnerables, pero cuando nos ayudamos y estamos juntos, nadie puede hacernos daño.
La unión hace la fuerza.
Esopo fue un fabulista de la Antigua Grecia. Wikipedia
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