Rhododendron

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Tsutsuji

22 octubre, 2021

960. La fuerza del recto pensar. Gregorio Mateu, español.

El recto pensar es uno de los secretos de una vida fecunda y positiva.

En el ser humano existe una fuente inagotable de inteligencia, energía y dicha que da fuerza y vitalidad a todas sus acciones. Un hombre que no sabe quién es, cómo y por qué actúa, encuentra que la vida misma carece de base.

Es realmente maravilloso el poder de la mente. Las personas que son capaces de un alto grado de concentración logran una mayor efectividad en sus propósitos. Evitan la dispersión de su atención hacia cosas inútiles y manifiestan una enorme capacidad de trabajo.

Todo, en nuestro mundo, tiene una intencionalidad, un propósito. No suceden las cosas porque sí, al azar, sin ton ni son.  “La fuerza más intensa y noble detrás de la investigación científica es una fe profunda en la racionalidad de las estructuras del mundo”. (Einstein).

Distinguimos fácilmente a una persona equilibrada y serena porque de ella emana una sensación de paz, capaz de poner tranquilidad en su entorno. Sus obras tienen ese aplomo de las cosas serias y bien hechas, sin locos apresuramientos.

El hombre es un ser pensante, capaz de la más increíbles hazañas. Sólo le falta decisión y valor para, tras una reflexión serena y equilibrada, lanzarse a la palestra de la vida.

La raíz de todo pensamiento es el conocimiento de uno mismo. Desde nosotros mismos, atendiendo a nuestras posibilidades, partiendo de la base de nuestra capacidad, podemos iniciar el ejercicio de pensar.

Piensa quien sabe encontrar la felicidad, el amor y la esperanza de sí mismo;

piensa, quien busca apasionadamente la verdad;

piensa, quien reflexiona antes de hablar;

piensa, quien mide las consecuencias de sus actos;

piensa, quien sabe distinguir lo esencial de lo accidental;

piensa, quien elabora ideales asequibles; 

piensa, quien sabe descubrir sus capacidades;

piensa, quien tiene valor para descubrir su vocación;

piensa, quien sabe que cada día puede mejorar su conducta;

piensa, quien mantiene viva su capacidad de aprender;

piensa, quien busca su autocomprensión;

piensa, quien no se hace esclavo de sus pasiones;

piensa, quien no se hace víctima de sus sentimientos;

piensa, quien encuentra tiempo para la oración;

piensa, quien cuida de alimentar su espíritu;

piensa, quien se acepta así mismo y acepta a los demás.

Una de las declaraciones más trágicas que puede hacer cualquier hombre de sí mimo es la del “hombre que hoy saluda tristemente al hombre que puede haber sido”.

¿Vivo de lamentos por mi pasado o soy capaz de ir labrando un presente positivo? ¿Procuro practicar el ejercicio del recto pensar?

 

Es Diplomado en Sociología, Licenciado en Psicología, Master en Orientación y Doctor en Pedagogía. Se ha especializado en Músico terapia, Tratamiento de la Depresión, Dirección de Centros Educativos y Promoción Social.

Ha dictado cursos de psicología, pedagogía, autoayuda, promoción social y educación religiosa en varios

Continentes. Cabe destacar los Cursos Intensivos dados en la sede central de la Unesco en Paris para educadores y diplomáticos de varios países.



 

 

 

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