Rhododendron

Rhododendron
Tsutsuji

05 octubre, 2019

705. Nuestra voz. Otto René Castillo, guatemalteco.

Translator

Para que los pasos no me lloren,
para que las palabras no me sangren: canto.

Para tu rostro fronterizo del alma que me ha nacido entre las manos: canto.

Para decir que me has crecido clara en los huesos más amargos de la voz: canto.

Para que nadie diga: ¡Tierra mía!, con toda la decisión de la nostalgia: canto.

Por lo que no debe morir, tu pueblo: canto.

Me lanzo a caminar sobre mi voz para decirte: 
tú, interrogación de frutas y mariposas silvestres,
no perderás el paso en los andamios de mi grito,
porque hay un maya alfarero en tu corazón,
que bajo el mar, adentro de la estrella, humeando en las raíces,
palpitando mundo, enreda tu nombre en mis palabras.

Canto tu nombre, alegre como un violín de surcos,
porque viene al encuentro de mi dolor humano.

Me busca del abrazo del mar hasta el abrazo del viento
para ordenarme que no tolere el crepúsculo en mi boca.

Me acompaña emocionado el sacrificio de ser hombre,
para que nunca baje al lugar donde nació la traición
del vil que ató tu corazón a la tiniebla, ¡Negándote!




 
Otto René Castillo (Quezaltenango25 de abril de 1936– 23 de marzo de 1967) fue un poeta, activista y combatiente guerrillero guatemalteco.


Obtuvo varios premios: 
 Al Torneo Estudiantil Centroamericano de poesía en 1955, con su poema "Llama viva", (un canto a San Salvador que le acogía en su destierro) se le unió al año siguiente el mismo premio con un trabajo conjunto con Roque Dalton, por el poema "Dos puños por la tierra". 

En Guatemala fue galardonado con el Premio Autonomía de la Universidad en 1956 por su poema
"Pequeño canto a la patria".


En 1957, la Federación Mundial de Juventudes Democráticas le otorga en Hungría el Premio Internacional de Poesía por su poema "Distante de tu rostro". 



En 1958 ganó premio "Filadelfo Salazar", de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

No hay comentarios:

Publicar un comentario