Rhododendron

Rhododendron
Tsutsuji

31 julio, 2024

1082. El amor es una excepción. Selam Wearing, español.


Piensa en los cientos de ojos con los que has cruzado esa mirada, ya sabes cuál, sin llegar a ninguna parte. Y piensa en todas esas personas que has conocido a lo largo de tu vida. Ahora dime: ¿Con cuántas has conectado de verdad? ¿Con cuántas extendiste tus alas o te despojaste de tus máscaras?
 

¿Ves? Es una anomalía, una rareza. No es tan frecuente como la gente piensa. Cada vez que sucede, el universo se queja.
«¡Otro fallo!», refunfuña el viejo cascarrabias.

 




Selam Wearing (Huelva, 1991) siente debilidad por los placeres sencillos y

tiene especial afinidad con las relaciones complicadas. Fiel devoto de las

buenas personas. Adepto de los gatos y fan de la cerveza. Desastre en

general. Comenzó escribiendo para dar respuesta a sus propias inquietudes

pero pronto descubrió que, en realidad, todos tenemos las mismas. 


Graduado en Ingeniería Forestal y del Medio Natural por la Universidad de Huelva, ha publicado los libros Tú y yo nunca fuimos nosotros (Aguilar, 2017) y El observador (Valparaíso, 2020).



 

1081. Intelectuales apolíticos. Otto René Castillo, guatemalteco.

Translator

Un día,
los intelectuales
apolíticos
de mi país
serán interrogados
por el hombre
sencillo
de nuestro pueblo.
Se les preguntará
sobre lo que hicieron
cuando
la patria se apagaba
lentamente,
como una hoguera dulce,
pequeña y sola.
No serán interrogados
sobre sus trajes,
ni sobre sus largas
siestas
después de la merienda,
tampoco sobre sus estériles
combates con la nada,
ni sobre su ontológica
manera
de llegar a las monedas.
No se les interrogará
sobre la mitología griega,
ni sobre el asco
que sintieron de sí,
cuando alguien, en su fondo,
se disponía a morir cobardemente.
Nada se les preguntará
sobre sus justificaciones
absurdas,
crecidas a la sombra 

de una mentira rotunda.
Ese día vendrán
los hombres sencillos.
Los que nunca cupieron
en los libros y versos
de los intelectuales apolíticos,
pero que llegaban todos los días
a dejarles la leche y el pan,
los huevos y las tortillas,
los que les cosían la ropa,
los que le manejaban los carros,
les cuidaban sus perros y jardines,
y trabajaban para ellos,
y preguntarán,
«¿Qué hicisteis cuando los pobres
sufrían, y se quemaba en ellos,
gravemente, la ternura y la vida?»
Intelectuales apolíticos
de mi dulce país,
no podréis responder nada.
Os devorará un buitre de silencio
las entrañas.
Os roerá el alma
vuestra propia miseria.
Y callaréis,
avergonzados de vosotros.




 

Otto René Castillo (Quezaltenango25 de abril de 1936– 23 de marzo de 1967) fue un poeta, activista y combatiente guerrillero guatemalteco.


Obtuvo varios premios: 
 Al Torneo Estudiantil Centroamericano de poesía en 1955, con su poema "Llama viva", (un canto a San Salvador que le acogía en su destierro) se le unió al año siguiente el mismo premio con un trabajo conjunto con Roque Dalton, por el poema "Dos puños por la tierra". 

En Guatemala fue galardonado con el Premio Autonomía de la Universidad en 1956 por su poema
"Pequeño canto a la patria".


En 1957, la Federación Mundial de Juventudes Democráticas le otorga en Hungría el Premio Internacional de Poesía por su poema "Distante de tu rostro". 

En 1958 ganó premio "Filadelfo Salazar", de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

 

 

1080. Cariño mío. Hugo Leonel Vaccaro, guatemalteco.

Déjame llorar por ti cariño mío.
Déjame cambiar en llanto mi tristeza.
Ahora que no estás aquí, no tengo cielo.
Ahora que quiero volar, me faltan alas.
 
No he podido hallar consuelo a mi amargura,
y tratando de escapar de tu recuerdo,
me perdí en la soledad y tengo miedo.
 
Déjame llorar por ti cariño mío.
Cariño mío...
Sin el calor de tu amor, mi alma siente frío,
Cariño mío...
Y mi corazón sin tu cariño está vacío.
 
Cariño mío...
Noche a noche tu recuerdo duerme aquí a mi lado
y me encuentra el sol a tu retrato abrazado,
esperando que vuelvas a mí. Cariño mío.
 
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
 
Déjame llorar por ti cariño mío.
Déjame cambiar en llanto mi tristeza,
ahora que no estás aquí no tengo cielo.
Ahora que quiero volar me faltan alas.
 
Cariño mío...
Sin el calor de tu amor mi alma siente frío.
Cariño mío...
Y mi corazón sin tu cariño está vacío.
 
Cariño mío...
Noche a noche tu recuerdo duerme aquí a mi lado
Y me encuentra el sol a tu retrato abrazado,
esperando que vuelvas a mí cariño mío. 
 
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
 
Déjame llorar por ti cariño mío.
 
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
 
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
Cariño mío...
Déjame llorar por ti.
 
 

Chiquimula, Guatemala, 6 de septiembre de 1943.
 
 
En Youtube:
 
En Spotify: 

 
 
 
 

13 julio, 2024

1079. Partitura del Himno Nacional de Guatemala a 4 voces. José Joaquín Palma, cubano.

 

1078. Amores bonitos. Fredy Jiménez, guatemalteco.

Translator
Conozco de amores bonitos, 

de esos que se arman y desarman,
que se dejan libres para después
volver a su sitio,
de esos que no saben volar
en otro cielo,
aunque el suyo se vuelva oscuro,
de esos que no buscan hacer de
él un paraíso,
sino de hacer que en un abrazo
todo se sienta bonito,
aunque todo esté en su contra.
                                                                

 


 



 "Cielo para tus alas"

Nació en la ciudad de Guatemala el 3 de octubre de 1993.